Tener una pieza de los abuelos es un tesoro

28 deEne de 2013 | Uncategorized

La mayoría de nosotros tiene en el pueblo o en casa alguna pieza de los abuelos, y están dando mejor resultado que lo nuevo. Si tenéis alguna pieza de los abuelos, tenéis un tesoro. La materia prima ha ido empeorando, incluso un mueble de formica de los 60 (se hacían con aglomerado de virutas de madera, madera) es mucho mejor que el mueble de polvo de madera prensada que se vende ahora como maravilloso.
Lo inigualable de la madera es que es un ser vivo. Si no le matas la veta está el resto de los años tomando y soltado humedad, con lo que a poquito que la cuides seguirá contigo toda la vida y más.
Cuidar ese tesoro, si lo tenéis, y haceros con alguno más. Si consideráis que está pasado de moda o lo queréis hacer divertido, hay miles de técnicas para transformarlo, por ejemplo con la pintura.
La madera siempre se puede recuperar. Nunca le pongáis clavos para sujetar una pata (por ejemplo) porque podéis rajar la veta. Si baila o cojea, se puede arreglar, si falta un trozo se hace una pieza o se maquilla.
La lista de arreglos sería infinita y dependiendo del tipo de madera, tendremos unos resultados u otros.
Las maderas más habituales en nuestro entorno son el pino, la haya, el roble, el nogal, olivo, y boj, entre otras.
La madera de boj por ejemplo debe secarse muy bien, ya que es propensa a agrietarse. Está muy indicada en tallas y para trabajos de torneado.
La madera de nogal se seca lentamente, pero después es muy estable. Se trabaja fácilmente y proporciona un acabado excelente. Se utiliza en muebles, puertas, suelos, etc.
El pino quizá sea la madera más popular ya que es blanda y se trabaja con facilidad, siendo además duradera. Se utiliza en muebles, revestimiento de paredes y la de menor calidad, en vigas para construcción.
El olivo es una madera muy dura y muy resistente a la abrasión. Tiene acabados muy bellos. El olivo africano por ejemplo, se utiliza también para entarimados.
Y que deciros de la tapicería, es lo mas agradecido del mundo, simplemente con cambiar la tela de una silla clásica la conviertes en algo divertido. Un “sofacillo” anodino, con una tela de fantasía puede ser una pieza estrella.
Como veis hay mil posibilidades, por lo que os animo a que no desechéis ningún mueble sin antes darle otra oportunidad.

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