A pesar de que con el tiempo la idea de la actividad física ha evolucionado de manera positiva, aún quedan muchos aspectos por pulir y muchas mentes que cambiar.
Siempre se ha pensado que uno de los principales objetivos del deporte es la estética, el conseguir el supuesto ideal de belleza, pero no es así. El deporte evita enfermedades, mantiene el cuerpo y la mente equilibrada y previene el envejecimiento prematuro entre otras.

Debemos modificar la creencia de que hacer deporte es practicar baloncesto, tenis, natación y que para ello se requiere una amplia disponibilidad de tiempo, pero no es así. Para lograr un equilibrio corporal tan solo debemos cambiar algunos hábitos tanto deportiva como nutricionalmente hablando. Hay que saber que el ejercicio lo podemos practicar en “bloques”, es decir, no es necesario estar media hora seguida realizando la actividad, sería recomendable, pero a falta de tiempo hay que ser flexible, y podemos juntar fragmentos de actividad logrando “un bloque” a lo largo del día; como subir las escaleras en lugar del ascensor, bajarse una parada de autobús antes de la nuestra, ir andando a comprar el pan, el periódico etc. La suma de algunas actividades cotidianas puede dar lugar a los 30 minutos mínimos diarios recomendados de ejercicio.

A parte del deporte, debemos incidir en nuestra dieta y no descuidarla. Mantener una alimentación equilibrada no es difícil, tan solo hay que tener en cuenta algunos aspectos:
-Comer 5 veces al día
-Comer 3 piezas de fruta al día entre las comidas o antes de ellas.
-No abusar de los fritos ni precocinados (1 vez por semana)
Además de los típicos consejos que se dan existen falsos mitos que rodean a la nutrición:
Dejar de comer pan o no desayunar adelgaza, beber agua en la comida engorda, hacer abdominales elimina la grasa abdominal etc.
Estos son algunos de los aspectos que hay que tener en cuenta, pero no hay que olvidar que no existen las “recetas milagro” sino nuestra constancia del día a día.
Hay que tener presente que todas las personas pueden practicar deporte, desde niños, ancianos, embarazadas etc., cada uno de ellos asesorado y adaptando la actividad a sus características; para lo cual, los profesionales del deporte podemos ayudar.

Una anécdota curiosa y que podría aplicarse en otros lugares, es la que he vivido en Sevilla y que promociona la Junta de Andalucía:
Viendo que los ancianos hacían poco ejercicio y estaban poco motivados, se les propuso un “reto”; hacer cada día mínimo 1000 pasos, los cuales podrían ir aumentando con el entrenamiento. Para esto se entregaba un podómetro que debían llevar durante todo el día, desde que se levantaban hasta que se acostaban, quitándoselo solo durante la conducción del coche. Con esto los ancianos estaban motivados y tenían un objetivo que cumplir que les estimulaba a hacer ejercicio.

De esta forma tan sencilla, podemos ver cómo podemos encontrar sistemas adaptados a cada uno para mejorar nuestra calidad de vida, con lo cual sugiero que cada uno de nosotros nos busquemos un objetivo alcanzable con el que motivarnos y que nos estimule el hábito deportivo.