Un día decidí cuidar mascotas. Por entonces no tenía ninguna en casa, acababa de “perder” a un gato intruso que había decidido vivir conmigo (los gatos eligen a sus dueños, nunca al contrario).

Hacía años que no tenía perro y cada tarde secuestraba a la perrita de aguas de la vecina para pasear, por eso me gustó la idea de ofrecerme para cuidar a las mascotas de personas que por alguna circunstancia más o menos agradable no pueden puntualmente alimentarlos, jugar con ellos, pasearlos o llevarles al veterinario. Es decir, no hace falta que sea un fin de semana o vacaciones,hay otras causas como una reunión de trabajo, una gripe, una obra de teatro, una cita a ciegas… situaciones que puede hacernos difícil atender a la mascota. En este tiempo las hadas han traído a mi casa un perrito con mucho carácter, ya no secuestro perros al vecindario, y también he comprobado que se han incorporado nuevos miembros al Bdt que ofrecen el mismo servicio, lo que me vendrá bien a mí también.

Solo me queda invitaros a utilizar el BdT, hay mil cosas por pedir y que hacer, y recordad que vuestras mascotas estarán bien atendidas y tratadas con cariño para que no os echen mucho de menos.