Ana tuvo a su hijo ingresado dos semanas. Cuando recibió el alta, enfermaron ella y su marido por otras dos semanas más. Eso supuso que su casa quedase desatendida, con el consiguiente atasco de lavadoras y otras tareas domésticas por hacer. Ana comentó su agobio con unas amigas del Banco del Tiempo de Rivas. Ellas pronto se organizaron para ayudarla. Cada día, durante dos semanas, una acudía a casa de Ana, le ayudaba con una tarea y le dejaba un tupper con comida.
Tras una baja maternal y unos meses de excedencia, Sara se incorporó al trabajo. Llegaba a casa hacia las 18:00 y dedicaba la tarde a estar con sus hijos y su pareja. Cuando ya quedaba todo resuelto, eran las 23:00. No le quedaban energías para hacerse la comida del día siguiente y lo comentó en el grupo de WhatsApp ‘Hora de Comer’. Un día, fue a dejar algo de ropa de bebé para Irene a casa de Ana, ya que se verían al día siguiente en una reunión. Antes de que llegara, Ana le preparó a Sara un tupper con ensalada de arroz y sándwich de pollo para el día siguiente.
Stella necesitaba un horno eléctrico pequeño porque su cocina iba a estar de obras un mes. Lo pidió en el mismo grupo. Así quedó constancia de que lo iba a pasar unas semanas complicadas. Un día, Maria José duplicó los ingredientes de su pastel de atún y le llevó la mitad a Stella. Ana también le llevó caldo de pollo y guisantes con jamón uno de los viernes en los que da clase de danza del vientre a usuarias del Banco del Tiempo en el sótano que ha cedido Stella.
Con estas acciones espontáneas, surge un nuevo y, a la vez, viejo servicio del Banco del Tiempo al que hemos llamado ‘Tuppers tenemos tod@s’. Personas que tienen tiempo para cocinar, ofrecen sus platos a quienes no encuentran el momento para meterse en la cocina. ¿Quieres participar? ¿Necesitas una ayudita? Sólo tienes que comprometerte a devolver el favor cuando tu situación cambie. Si no perteneces al grupo de WhatsApp ‘Hora de Comer’ escríbenos a intertiempoderivas@yahoo.es para que te añadamos.